Las sirenas en la cosmovisión amazónica la conciben como espíritus del agua, y colectivamente también son llamadas “Yaras”, los cuales son consideradas como las esposas de los Yucurunas.
Es un ser mitológico que adopta ciertas características propias de los humanos, como es la lujuria, la ira, el egoísmo, la obsesión, el engaño, el secuestro, la exigencia, la adulación, el enamoramiento y la venganza.
Al igual que los otros espíritus amazónicos (Chullachaqui, Yakumama, Sachamama), estas características evidencian que en la construcción del personaje ha existido una fuerte intención por humanizar a dicho espíritu.

Historia:
Se considera a las sirenas son dueñas de los ríos, lagos, cochas, etc. Son la “Madre del agua”, la “Madre de la cocha” o la “madre del rio”.
Ellas cuidan de los peces y evitan la pesca sin autorización.
Se las considera como mujeres de belleza atractivas, de larga cabellera, verde o rubias, según el caso, ojos azules, baja estatura, pero las extremidades inferiores en forma de cola de pez y cubierta de escamas de la cintura para abajo.
Respecto a su carácter, se dice que tiene una personalidad ambivalente, ya que puede ser generosa o maligna, según su estado anímico producto de su interacción con los humanos sea agradable o no.
La Sirenas son generosas con las personas que aprovechan racionalmente los recursos hidrobiológicos y con los que logran captar su atención amorosa, premiándoles con recursos hidrobiológicos como los peces.
Por el contrario, es agresivo con las personas que invaden su espacio sin permiso y aprovechan mal de estos recursos. Castigándolos con hacerles “escaza la pesca”, haciéndoles “desaparecer” las redes de pesca, causando fuertes remolinos o causando mal tiempo que ahuyenta a los pescadores del lugar.
Según cuentan los testimonios algunos testimonios que han avistado a estos seres mágicos y misteriosos, su aparición suele suceder a orillas de los ríos, aprovechando las noches de luna llena, y con su dulzura de su voz entona canciones, ejerciendo un encanto mágico entre los varones quienes lo escuchan.
Son muchos los testimonios de personas que dicen haber escuchado música salir de las profundidades del rio, lago o arroyo, como si en su interior existiese una gran fiesta.
Leyenda
Algunos narran que este canto que provocan las sirenas atrae con hipnosis a los varones y estos terminan levantándose por las noches de sus camas.
Estos varones se dirigen a la fuente de agua con la idea de arrojarse a ella, muchas veces impidiéndose por sus familiares.
Muchas personas, sobre todos los ancianos, aseguran que era común el vistazo de estos seres en fechas pasadas cuando recién se poblaba la amazonia y cuando no existía mucho disturbio de la actividad humana en las fuentes de agua.
Sin embargo, la típica advertencia de “ten cuidado, no te vaya a llevar la sirena”, o “ten cuidado con la madre de la cocha”, han servido durante tiempos ancestrales y sirve actualmente para amedrentar a las personas que pretenden ir solas a las orillas de los ríos, lagos y arroyos, y en especial cuando tratan de ingresar a tales ambientes naturales a bañarse sin protección o cuidado.
Pero sobre todo la creencia de que la sirena es la “Madre del Agua”, ha servido para que los pescadores de las regiones Amazónicas, tengan al menos la idea de respetar la pesca y de forma racional el recurso hídrico, traducidos en mensajes como “No pesques demasiado” o “no pesques en vano” o “deja que descanse la pesca”
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